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La sexualidad lésbica abre las puertas a la autodeterminación femenina

Para cada una de nosotras ser lesbiana significa cosas diferentes y existe gran diversidad y riqueza dentro de las experiencias de ser lesbiana. Este colectivo lo formamos mujeres de todas las edades, culturas y creencias. Construimos nuestras identidades, comunidades, relaciones de pareja, familias y redes de apoyo de muchas maneras.

Cuando hablamos de tener salud, significa sentirse en bienestar con una misma, en lo físico, en lo mental y en el entorno que nos rodea. Por lo tanto, cuando hablamos de salud sexual, nos referimos a sentirnos bien con nuestra sexualidad y gozar de ella, siguiendo unos principios de respeto hacia nosotras mismas y hacia los demás.

También implica ser conscientes de nuestra capacidad de disfrutar y darnos el permiso a esta posibilidad y poder identificar y manejar aquellas emociones que nos puedan afectar como; vergüenzas, miedos, culpas.

La salud sexual es un derecho y este derecho incluye tener información y equipararnos en habilidades y recursos para decidir libre y responsablemente sobre nuestra sexualidad, sin vernos sometidas a ningún tipo de discriminación o violencia.

Supone tener relaciones igualitarias asentadas en el respeto y reconocimiento mutuo, que permitan nuestro desarrollo como personas, en donde, podamos expresar libremente nuestros deseos y límites y que éstos sean atendidos y respetados.

Disfrutando de la sexualidad

La vivencia de nuestra sexualidad esta íntimamente relacionada con nuestro entorno. En entornos sociales, culturales y legales en los que las mujeres no tenemos  los mismos derechos, o existen desigualdades de género o en los que el lesbianismo esta penalizado, o es perseguido o rechazado, es difícil que podamos vivir nuestra sexualidad sin que estas creencias aparezcan e influyan en nuestro bienestar emocional y en el cuidado de nuestra salud sexual.

Nuestra vivencia como mujeres lesbianas puede dificultar el sentirnos confiadaspara expresar nuestros deseos y pedir lo que queremos, o para saber poner los límites que nos permitan sentirnos tranquilas y satisfechas, o saber decir »no» al tipo de relaciones que no queramos tener. Este proceso puede verse acentuado si pertenecemos a una minoría que muchas veces es discriminada dentro de nuestro propio colectivo, ya sea por ser masculina o femenina, por ser mayor, por tener el VIH…

Desde Imagina MÁS animamos a todas las mujeres lesbianas a construir nuestras relaciones basadas en la igualdad para así empoderarnos en el cuidado de nuestra salud y en la defensa de nuestros derechos, dándonos permiso así, a ser autónomas y a ser nosotras mismas.

Por Por Teresa Navazo, trabajadora social

 

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