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No más drama por favor

Recuerdo con claridad las horas que precedieron y sucedieron el momento en el que me enteré que era VIH. Pero, curiosamente, el resto del día, la semana, lo veo borroso. En aquel tiempo varias amigas habían donado óvulos, un proceso un tanto engorroso pero bien pagado, que además incluía un súper-chequeo médico-ginecológico de regalo. Aunque todavía no estaba segura de si donar o no, fui a la clínica de fertilización asistida. Acababa de llegar de viajar un tiempo largo por varios países y pensé que no me vendría mal pasar la ITV. Por eso, aquella llamada inesperada de la clínica para que me pasara por allí urgentemente, sonó un pelín sospechosa.

Recuerdo el cambio de intensidad en la mirada y la subida de cejas de la recepcionista cuando le dije quién era yo. La mujer, immediata y respingonamente se puso en pie, salió de su cubículo, me llevó donde la doctora, me anunció, me dirigió una última subida de cejas, y se fue por dónde vino. La doctora apoyaba los codos en la mesa parapetada por flamantes diplomas.

– Hola, siéntate por favor.

Voz aprensiva y la sala iluminada a mala leche.

– Estás muy bien de colesterol y de lo otro no tienes hepatitis ni tuberculosis pero has dado positivo en VIH.

Silencio y mala luz.

Me levanto de la silla y me siento otra vez.

– Debes repetirte la prueba y decírselo a la gente con la que vives por si acaso y bla bla bla.

Pregunto si hay posibilidades de qué sea un error.

– Un 1 por ciento y bla bla bla.

Me levanto y me siento. Farfullo un llanto. Sollozo un par de palabras. Salgo por la puerta y cual niña maleducada no me despido de la recepcionista respingona.

En la calle exploto. Llorando como una perdida le pido un cigarro a un señor muy perfecto empujando un carrito con lo que parece ser un bebé humano en su interior. El hombre además de guapo es amable, y con mucha empatía me lo da; a ver quién es capaz de negar un pitillo a una chica que llora histérica a la puerta de un establecimiento sanitario. Marlboro (Dios aprieta pero no ahoga).

Ahogada en llanto sobre un banco de piedra granito, llamo a mi Santa Hermana y le cuento la novedad. En menos que canta un gallo allí la tengo, corriendo calle abajo directa hacia mi de brazos abiertos dispuestos a abrazar. Y, como si se nos acabara de morir alguien muy querido, lloramos abrazadas en el banquito. En medio de esta tragedia griega, mi hermana, que además de Santa es lista, decide llamar a mi padre.

Mi querido padre, médico internista, muy inteligente y guapo, no lo digo porque sea mi padre, lo juro ;), trabajó un tiempo para una fundación de ayuda al toxicománo en la época en la que la adicción a la heroína golpeaba duro. Lo malo que a mayores de la adicción aparecía en escena el VIH, la heroína se inyectaba, las agujas se compartían y el virus se transmitía rápidamente. Por eso mi padre, al tratar regularmente a pacientes seropositivos, estaba de vuelta y media en el tema: conocía las verdades y las mentiras asociadas a la enfermedad. Y, gracias a eso, en vez de entristecerse y ponerse a llorar, nos comenzó a explicar tranquilamente qué significaba tener un positivo de VIH en un análisis serológico.

Empezó diciendo que no nos preocupáramos, que hoy en día tener VIH es como tener una enfermedad crónica, por ejemplo una diabetes, que en Occidente al menos ya no se muere nadie porque los avances en medicina han sido muchos y los medicamentos son muy efectivos, que con una pastillita al día ya estaba, que me iba a morir de vieja, o cuando me tocara (toca madera). Nos dijo que sino no quería no tenía que decirle nada a la gente con la que compartía casa, que no había ningún riesgo de haberle transmitido el virus a nadie de mi familia ni mis amigos, aunque si tuviera una pareja con la que hubiera mantenido relaciones sexuales desprotegidas o de riesgo si debería decírselo. Veréis niñas, el VIH es un virus de difícil transmisión realmente, ni siquiera resiste mucho en contacto con el oxígeno. Y, acababa mi padre, ya llega de lloros, caramba, dejáos de tanto drama, que no es el fin del mundo.

Y, creo yo, esto que mi padre dijo es lo que nos tienen que decir los medios de comunicación, las doctoras, e incluso las recepcionistas del mundo. Porque no puede ser que sonriendo le cuente a una amiga que soy seropositiva y que la pobre se me ponga blanca allí delante como si le dijera que me he muerto ayer. Porque no puede ser que la enfermera de la dentista al que fui, en el 2016, me diga que la gente con VIH tenemos que ir proclamando que somos VIH por ética, porque así ella puede desinfectar la zona y asegurar que no haya riesgo para el paciente que venga después. Por la zona se refería a la silla del dentista. Ya, yo también me quedé de piedra banco de granito.

Y esto que mi padre dijo, creo yo, es lo que tenemos que comunicar las seropositivas y los seropositivos del mundo. Porque yo no quiero transmitirle el virus a nadie, de hecho el riesgo de que lo haga es prácticamente nulo ahora que tomo el tratamiento. Pero sí quiero, hasta que la muerte nos separe, transmitir información que pueda servir para reducir la expansión del virus y ayudar un poco a los que conviven con él.

 

¿Y tu historia? ¿Cómo te enteraste? ¿Fue un dramón o lo llevaste bien? ¡¡¡Quiero saberlo todo o casi todo!!!

Gracias por leer y un abrazo 🙂

Xiana_marinerita

15 comentarios en “No más drama por favor”

  1. Primero antes de nada, decirte que «OLE» por lo valiente que fuistes afrontandolo como lo hicistes. La contestacion y explicacion de tu padre me parece genial, porque es verdad que al principio cuando estamos desinformados se nos cae el mundo encima y las lagrimillas tambien pero despues considero que esto es algo que nos afecta mas mentalmente al que diran, que a nuestra propia salud, que tambien nos afecta pero haciendo las cosas bien, estamos sanisimos.
    Yo me infecte estando con un indetectable, a dia de hoy no se exactamente el porque paso, pero ahi estoy, y el diagnostico fue como otro mundo, se me nublo la vista, aunque lo aceptaba y sabia que con tratamiento no me iba a morir, en ese momento lo creia. Y mi ex llamandome y culpandome de que era culpa mia. Cuando pude soltarlo, visibilizarme mi peso cambio, no llevaba esa carga.
    En definitiva me alegra ver como tambien mujeres tan valientes como tu se visibilizan y ayudan a hacer de esta infeccion cronica que se normalice. Muchisimas gracias por tu post. Un saludo.

    1. jo,,, que decirte, que lo siento… Pero que me alegro que tiraras para adelante, el OLE para ti también!!!! Mucha fuerza y salud y gracias por compartir tu historia 🙂 un abrazo

  2. Valiente e inspiradora, enhorabuena. Somos miles de personas en España las que tenemos VIH y necesitamos un rayo de luz. Personas como tú que demuestran que la vida continua y no hay que dejarse amedrentar por el virus. O por lo que piensen los demás. Solo puedo decir gracias!!!

  3. Qué grande eres!!! y preciosa!!! tú sí que vales!!!, no pasa nada cari a mi también me metieron mucho miedo con la VHC que tengo desde hace más de 25 años y he tenido pareja con VIH por 8 años, y no pasa nada, y digo lo mismo menos drama y más canela en rama… muchos besos y ánimo, a ver cuando te vienes por Graná que te echamos mucho de menos, bsos, Maribel

    1. Maribel!!! No me lo puedo creer!!! Pero que alegría más grande saber de ti, tu si que eres una guerrera de las buenas!!! Espero ir pronto a Graná a visitar… que bien!!! muchos abrazos

  4. Ramón Vidal

    Enhorabuena Xiana, por hablar de este tema tabú de una forma tan directa. Sí es cierto que actualmente podemos considerar el SIDA como una enfermedad crónica. Los tratamientos han evolucionado y, como dices, simplemente hay que tomar una pastilla para tener una vida normal. Pero dejando a un lado la enfermedad, lo que realmente me daría miedo de contraer el SIDA es lo que va a suponer dentro de las relaciones personales.

    – ¿Has notado que la gente te trata distinto al saber que tienes esta enfermedad?

    – ¿Cómo haces para poder tener una pareja? ¿O para poder tener un rollo? Supongo que no es una decisión fácil salir con alguien con VIH. Yo, personalmente, no lo haría. Y tampoco es ético comenzar con una persona sin dejarle este tema claro. Tener otras enfermedades como la diabetes o la enfermedad de Cron no suponen ese handicap para entablar relaciones personales y sexuales con otras personas.

    El SIDA sigue siendo hoy una enfermedad estigmatizada, creo que ya no tanto por las consecuencias médicas pero sí por las consecuencias sociales que implica tener esta enfermedad.

    1. Hola Ramón!

      muchas gracias por escribir y por preguntar, porque de eso se trata, de preguntar! No hay preguntas superfluas 🙂

      Pues sobre relaciones personales, a mi me parece que depende mucho de ti mismo, de tu entorno y de tu autoestima. Y claro, de la otra persona, sino sería una autorelación, jeje.. Te diré que cada vez hay más parejas serodiscordantes, esto es cuando una de las personas tiene VIH y la otra no. Parejas que tienen hijos también de forma natural. Como bien dices la medicina ha avanzado mucho, y con ella la información sobre la enfermedad. Gracias a ello, la gente va comprendiendo como funciona la cosa, cómo actuar para protegerse, etc. El conocimiento genera valentía, podríamos decir, y la desinformación escupe miedo.
      Luego hay gente de todo tipo, te comprendo perfectamente, ¡también yo pensaba que ni loca estaría con un seropositivo! Así que lo encuentre te mando un link al enlace del artículo que escribió Miguel Caballero sobre cómo él fue serófobo,,, muy interesante reflexión.
      Y contesto a tus preguntas que me fui por las ramas creo:
      – Nadie me ha tratado distinto después de saber que era VIH, o por lo menos yo no me he dado cuenta.
      – Yo no tengo pareja… ¡porque no tengo tiempo! Además, y esta es MI decisión personal, no quiero estar con nadie sin que antes sepa mi serología. Esto es MI decisión, hago hincapié en esto porque cada uno es libre de hacer lo que quiera. Eso sí, estoy segura que cuando aparezca la persona adecuada lo del VIH será algo irrelevante. Y es verdad que disfrutar de relaciones plenas si tienes VIH puede ser un fastidio, pero para aprender a superarlo, porque todo se puede trabajar y superar, organizaciones de apoyo a personas con VIH, como Imagina Más, ponen todo su esfuerzo en crear y poner al alcance de cualquiera herramientas como talleres o incluso psicólogos o grupos de apoyo.
      ¡Que hay muchos peces en muchos mares y nadando cada uno por corrientes diferentes! 🙂

      Un abrazo Ramón, espero haber respondido a lo que preguntabas, si quieres me escribes de nuevo!!
      PS: Sólo una cosita, acuérdate que no podemos decir que el SIDA se contrae, vale?, se contrae el VIH y el SIDA es un estado avanzado de la infección por VIH 🙂 jejej,, sin querer ofender.

  5. Ofelia Hentschel Batallan.

    Xianiiiii, eres un ejemplo a seguir, desde que éramos unos enanos llevas abriendo el paso a todos los primos, inspirándonos y enseñándonos a convivir y respetar a todos. Creo que la abuela diría lo mismo que tu padre y estaría muy orgullosa de este artículo. Y como esto no cambia nada y te seguimos queriendo igual que siempre, te sigo sin dejar el vestido rojo que tanto te gusta. Te amamos y admiramos.

    1. jajaja!!!! eres una fresca que ya sabes que tu ropa no me sirve!!! jajaja,,, oye que esto es serio eh no me hagas parecer poco profesional 😉 te quiero primi

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