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Masculinidades

¿Quién es masculino?

Cromosomas XY, pene, testículos, testosterona, músculos, vello corporal, fuerza, virilidad, violencia, sangre, películas de acción, heterosexualidad, azul, valor, orgullo y MASCULINIDAD Todos estos atributos describen a un conjunto de individuos que llevan por nombre “HOMBRES”.

La masculinidad sería la forma en la que esos individuos (hombres) manifiestan o expresan su género, es decir, soy un hombre, y mi forma de ser un hombre es masculina. Entonces, surge la pregunta: ¿Qué es la masculinidad? ¿Cómo debe ser esa masculinidad? ¿Existe una idea de masculinidad?

Se puede decir que todo parte de una norma, pero no de una cualquiera, sino de una que está tan interiorizada y asumida que no la vemos como algo restrictivo, sino como algo normal y natural. Muchas veces he escuchado esa expresión que afirma: “es normal (natural) que sea así, es un hombre”. Con ello, estamos queriendo decir que muchas acciones llevadas a cabo por ese individuo (hombre), están justificadas por su condición de hombre. Por ejemplo: Que un hombre sea violento es NORMAL porque está inscrito en su naturaleza.

A este tipo de masculinidad impositiva y totalitaria la denominaremos, en palabras de Luís Bonino MASCULINIDAD HEGEMÓNICA. Según él, no es solo una manifestación predominante de la masculinidad, sino “un modelo social hegemónico que impone un modo particular de configuración de la subjetividad, la corporalidad, la posición existencial del común de los hombres y de los hombres comunes, e inhibe y anula la jerarquización social de las otras masculinidades”. Es decir, impone cómo debemos ser masculinos y cualquier desviación de la norma será duramente castigada a través de la discriminación, el estigma y el rechazo.

Este modelo se introduce en las prácticas cotidianas y en la imagen que el individuo tiene de sí obligándole a actuar inconscientemente según dicho modelo.

¿En qué momento se revela esta Masculinidad Hegemónica? En el instante en que otro tipo de masculinidades se desprenden del núcleo sólido de esa masculinidad hegemónica para formar nuevos núcleos de poder, en el momento en el que todas las características expresadas en el párrafo inicial se tambalean.

La masculinidad debe ser entendida como una forma de manifestar nuestra identidad de género con libertad. Todo individuo tiene derecho a construir su propio modelo de masculinidad a través de una performatividad que se ajuste a su forma de ser y autopercibirse. Si mi masculinidad es llevar tacones y pintalabios (complementos utilizados por los hombres del siglo XVII) es tan respetable como jugar al futbol y quedar con los colegas.

Encuentra tu masculinidad no la que te impongan.

Erik Zabiran, educador

 

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