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La intersexualidad y el derecho a la búsqueda de la propia identidad

En todas las sociedades existe la creencia de que hay dos sexos y de que esos dos sexos son diferentes en la biología y el comportamiento.

No obstante, con más frecuencia de lo que suponemos -1 de 4.500 nacimientos- la naturaleza reta esa creencia y en el proceso de diferenciación sexual del feto humano el individuo desarrolla características no fácilmente identificables como masculinas o femeninas.

La intersexualidad en el ser humano es un fenómeno sumamente interesante, pero su existencia y sus principales características son desconocidas por la gran parte de la población. Este desconocimiento ha llevado, entre otras cosas, a que estas personas sufran de incomprensiones y discriminaciones intolerables en cualquier sociedad. Por todo ello, te invito a conocer un poco más la intersexualidad humana.

Características de la intersexualidad

La intersexualidad se define como una condición natural en la que una persona presenta una discrepancia entre su sexo cromosómico (XX/XY), sus genitales (vagina y pene) y sus gónadas (ovarios o testículos), presentando características propias de ambos sexos.

Esto fue lo que motivó que durante muchos años se conociera erróneamente como hermafroditismo. Este término se ha dejado de emplear ya que es inexacto, insensible y tiende a confusiones, ya que el verdadero hermafroditismo es un fenómeno presente en algunos organismos pero con características muy bien definidas y diferentes a lo que ocurre en los humanos.

Externamente, los caracteres morfológicos que pueden presentar las personas intersexuales son muy variados. Además de la ambigüedad genital ya comentada, pueden caracterizarse por la fusión parcial de los labios, de micropenes o clitoromegalia (agrandamiento del clítoris), ausencia o retraso marcado de la pubertad, penes con abertura en sitios diferente a la punta, testículos que no descienden, pudiendo resultar ovarios, -entre otras…-

En los últimos tiempos ya no se toma como primera opción terapéutica la reconstrucción »más fácil» a nivel quirúrgico y se entiende que otros factores como los hormonales, psicológicos y conductuales pueden influir en la identidad sexual. Por todo ello, en la actualidad los expertos apuestan por demorar la cirugía definitiva el mayor tiempo que sea posible y saludable, involucrando al niño/a en la decisión sobre su sexo.

Identidad, sexualidad y estigma

El mayor problema al que se enfrentan las personas con intersexualidad es laincapacidad de definir su identidad sexual, muchas veces resultado de la imposición y la rigidez de la sociedad por enmarcarnos en una categoría fija y muy radical, que no contempla la verdadera diversidad de los seres humanos y para evitar ser señalado y juzgado por los demás.

Este motivo provoca que las personas con trastornos del desarrollo sexual y sus padres -a edades tempranas- tiendan a ocultar o disimular, por diversos medios, estos atributos que conforman la propia identidad, pero que pueden diferir de lo socialmente atribuido a mujeres y hombres.

Para las personas que no entran dentro de los estándares de »normalidad», ser »sexualmente diferentes» significa vivir en la vergüenza pública y en la culpabilidad privada. La construcción de la sexualidad se convierte así en una tarea compleja, confusa y dolorosa en la vida de una mayoría de ellas.

Podría plantearse que el área sexual en estas personas es una de las más afectadas, debido a varios factores: entre otros, la variedad de tratamientos quirúrgicos implementados para »corregir los genitales mal formados» y el manejo familiar y clínico del estado intersexual, quedando el sexo y la sexualidad como aspectos acerca de los cuales se prefiere no hablar.

De esta manera, la comunicación de preocupaciones, dudas, temores acerca del sexo y la sexualidad puede resultar extremadamente difícil, pues debido a la carencia de un lenguaje cercano para abordar los múltiples y complejos temas a tratar provoca el distanciamiento y favorece la aparición de conflictos que generan aislamiento y soledad.

Los profesionales de la salud también pueden presentar dificultades para hablar de sexualidad e intimidad con estas personas y sus familias. Estas limitaciones obstaculizan las tareas terapéuticas fundamentales de aliviar el sufrimiento y las posibilidades de normalizar la experiencia psicosexual, aspectos claves en el proceso de construcción de una identidad sexual adecuada.

Ayudemos a que la intersexualidad deje de ser vergonzosa o autoculpabilizante debilitando su estigma social, tratemos de abordarla frontalmente sin sobredimensionarla.

Vídeo: Documental ‘Mi aventura intersexual’

Por Bárbara Mainieri, educadora y coach

 

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